Por qué cada estudiante universitario debería aprender a hablar en público
Hablar en público no es solo una cuestión de talento Es una habilidad que se entrena, que se pule con práctica y que, sobre todo, abre puertas. En la universidad, saber expresarse con claridad y confianza, además de mejorar tus notas, te prepara para el mundo profesional, donde comunicar bien puede ser la diferencia entre que te escuchen o que te olviden.
Dominar esta habilidad te convierte en alguien capaz de inspirar, de liderar, de presentar con seguridad un proyecto, una propuesta o incluso tu futuro profesional. En otras palabras, aprender a comunicar transforma la manera en la que tú te ves a ti mismo.
En UNIE Universidad creemos que hablar bien en público es hablar bien de ti. Por eso, en nuestros programas impulsamos la comunicación como una competencia transversal: tan esencial como cualquier conocimiento técnico.
Hablar en público en la universidad es una ventaja competitiva
Hablar en público es empleabilidad: habilidades que buscan las empresas
Cada vez que una empresa abre un proceso de selección, busca algo más que buenos expedientes. Quiere personas que sepan explicar sus ideas, defender un proyecto y conectar con los demás. Por eso, la comunicación oral se ha convertido en una de las habilidades más valoradas en cualquier perfil profesional.
Dominar esta habilidad te prepara para muchas situaciones reales: presentar una propuesta ante tu jefe, defender un presupuesto o intervenir en una reunión. No se trata de ser el más extrovertido, sino de saber ordenar tus ideas, transmitirlas con claridad y hacer que quien te escuche entienda y confíe en ti.
Lidera tus trabajos en equipo y presentaciones de clase
En la universidad, hablar en público también te da una ventaja inmediata. Esa figura no solo gana confianza, también desarrolla liderazgo. Y no es cuestión de ser “el portavoz oficial”, sino de aprender a representar el trabajo colectivo con naturalidad y seguridad.
Además, cuando presentas en clase, estás entrenando una competencia que te servirá toda la vida. Cada exposición es una oportunidad para practicar cómo estructurar un mensaje, mantener la atención y comunicar con propósito.
Presenta tu TFG/TFM sin nervios y pierde el miedo
Llegar al momento de defender tu TFG o TFM suele dar vértigo. Pero si has trabajado la comunicación oral durante la carrera, ese día no se convierte en una prueba de fuego, sino en una oportunidad para mostrar todo lo que has aprendido.
Cuando dominas tu discurso, todo cambia. La exposición fluye mejor, tu voz suena más firme y transmites seguridad. Y eso además de mejorar tu nota, deja una impresión positiva, profesional y madura ante el tribunal.
Beneficios directos para el estudiante universitario
Prácticas y entrevistas: lo que marca la diferencia
En una entrevista o en unas prácticas, comunicar bien es saber explicar quién eres, qué has hecho y por qué mereces esa oportunidad. Muchos candidatos con buen currículum se quedan fuera porque no logran expresarse con claridad o transmitir confianza.
Hablar en público te enseña a sintetizar tus ideas, a mantener el contacto visual y a adaptarte a quien te escucha. En una entrevista, eso se nota. También te ayuda a afrontar dinámicas de grupo, reuniones o presentaciones de resultados con soltura.
Técnicas para aprender a hablar en público (paso a paso)
Estructura ganadora: apertura clara, 3 ideas clave y cierre memorable
Cuando vas a hablar en público, lo primero es tener un plan claro. No hace falta memorizar un guion perfecto, pero sí tener una estructura que te guíe. Empieza con una apertura que capte la atención: un dato curioso, una pregunta o una pequeña historia que conecte con el tema. Después, desarrolla tres ideas principales. No más. Tres son fáciles de recordar para ti y para quien te escucha. Termina con una conclusión clara, una idea inspiradora o una frase que resuma lo esencial.
Storytelling con propósito: ejemplos y analogías que se recuerdan
Hablar en público no va solo de informar, también de conectar. Y para eso, contar algo concreto funciona mejor que soltar una lista de datos. Puedes usar una historia corta, un ejemplo real o una comparación sencilla que dé vida a tu mensaje. El truco está en no adornar demasiado. No hace falta ser un gran narrador. Basta con que el ejemplo tenga sentido, esté relacionado con tu tema y aporte emoción o claridad.
Respiración y voz: domina el ritmo
Tu voz es tu herramienta principal, pero a menudo no le prestamos atención. Si hablas muy rápido, el público se pierde. Si hablas muy bajo o sin pausas, desconecta. La clave está en respirar bien y marcar tu propio ritmo. Antes de empezar, respira profundo, relaja los hombros y siente el aire bajar hasta el abdomen. Durante la exposición, juega con el tono y las pausas. Subir ligeramente la voz en una idea importante o hacer un silencio breve justo después de una frase potente ayuda a que el mensaje cale.
Lenguaje corporal y contacto visual
El cuerpo también habla. Tu postura, tus manos o tu mirada transmiten mucho más de lo que piensas. Mantente erguido, sin rigidez, y deja que los brazos acompañen tus palabras. Si te mueves, hazlo con intención: un paso adelante para enfatizar, una pausa para remarcar. Y sobre todo, mira a las personas mientras hablas. El contacto visual crea conexión.
Ensayo inteligente: grábate, mide tiempos y pide feedback
Practicar es lo que transforma los nervios en seguridad. Pero no se trata de repetir sin parar. Ensaya y grábate para ver cómo te expresas, controla cuánto dura tu presentación y pide opinión a alguien de confianza. Verte desde fuera te ayudará a detectar tics, muletillas o gestos que distraen. Ajustar el tiempo te da margen para improvisar sin preocuparte por el reloj.
Aprender a expresarse en público en el entorno online
Cámara, micro y encuadre: lo básico que suma autoridad
En el mundo digital, también comunicamos con la imagen. Una cámara bien colocada, una luz correcta y un sonido claro son tus mejores aliados. Coloca la cámara a la altura de los ojos, evita contraluces y revisa que el fondo sea neutro o coherente con lo que estás contando. El sonido es incluso más importante. Por eso, usa auriculares con micrófono o un micro externo si puedes. Nadie puede seguirte si apenas se te oye.
Mirada a cámara y manejo del chat y las preguntas
Cuando hablas frente a una cámara, mirar directamente al objetivo equivale a mirar a los ojos. Aunque parezca raro, genera cercanía. Si usas presentaciones o compartes pantalla, no te olvides de volver la mirada a la cámara de vez en cuando. Y si hay chat o turno de preguntas, intégralos con naturalidad. Leer un comentario, responder a una duda o saludar a quien te escribe convierte la sesión en una conversación real.
Hablar en público no es solo una habilidad más que añadir al currículum: es una forma de abrir caminos, de conectar con los demás y de aprender a contar lo que sabes con confianza. En la universidad, en una entrevista o en cualquier conversación importante, tu voz puede ser tu mejor herramienta si sabes usarla. En UNIE Universidad queremos que la comunicación sea parte de tu manera de crecer, dentro y fuera del aula.